highlighting

Hay momentos o personas con las que salen los highlights.


Yo tengo esta cosa de la personalidad que me hace extremadamente flexible. Creo que es algo humano, pero creo que lo mío es un poco exagerado, porque yo sí, según el sapo, la pedrada. Creo que mi terapeuta diría que es porque crecí necesitando la aceptación de mis padres, y eso se me quedó para siempre. Y también algo tendrá que ver que desde muy morra me di cuenta de que la aceptación no se generaba homogéneamente. Cada grupo, cada individuo, tiene sus criterios.

Pero, de vez en cuando, me encuentro con personas cuya sensibilidad y entendimiento del mundo de hecho se acerca al mío. Y entonces mi sinceridad es más libre.

Baden es una de esas personas, y ayer tuvimos nuestra cena anual que hacemos en Tokyo, porque él viene dos veces al año a Japón a presentar ponencias, y la fortuna hace que yo me sincronice con alguna de esas visitas.

Le conté con libertad mis planes. Que quería regresar a México por unos meses. Y que quería hacer el doctorado en lingüística en la Universidad de Tokyo. Debo confesar que me dolió no seguir con nuestro plan de hacer el PhD en Estudios Culturales, siendo él mi co-asesor y toda esa historia que era como la culminación de nuestro amor y admiración mutua. Pero creo que ahí fue cuando me di cuenta de que ya había tomado mi decisión, porque no se pandeó ni ante la empatía nuestra, que siempre me hacía decir vamos a escribir una tesis juntos (no sé por qué, pero en mi cabeza eso sigue estando en el clímax de la unión). Me dijo pero tú eres una persona de Estudios Culturales. Y yo solo le respondí ¡pero todavía podemos coautorar! No dejaba de sonarme a todavía podemos ser amigos, sabiendo que eso nunca iba a ser lo mismo. Y entonces él continuó, sí, Estudios Culturales es Antropología, es Lingüística, es Literatura, es Medios...

Y hoy... Hoy me desperté con la claridad de que tomar una decisión significa necesariamente no tomar otras, y que eso implica rechazar opciones y personas. O no rechazar. A lo mejor solo reacomodar.

En ese sentido, últimamente, puedo sentir mi voluntad, aunque me doy cuenta de que está determinada por cierta accidentalidad y por la historia. Pero sí hay momentos en los que dejas de estar llevada por el fluir de los eventos y se hace presente la intención.

Nos despedimos.

Regresé a casa volando, como siempre que lo veo. Como que se me olvidan las minucias. Como que veo lo importante. Como que me olvido de preocuparme de la edad, el éxito, el amor. Como que lo que quiero es posible. Como que va a salir. Como que tiene sentido. Como que está en su lugar o se pone en su lugar.

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