de odiseas generacionales

Mientras me llegan las noticias de mis amigos, de sus nuevos logros, años, grados, casas, hijos, bodas, me quedo pensando, qué atrasada voy en la carrera de la adultez. De pronto me siento en la tabla de resultados. A ver quién ya empieza a hacer cosas de adulto, así, cabronas. A ver quién empieza a ser alguien. Me empiezo a presionar a lo güey, y luego me doy cuenta de que no soy la única que está todavía, a estas alturas, decidiendo y haciendo planes.


Uno puede que tenga una licenciatura en lengua y literaturas hispánicas, incluso una maestría en lingüística hispánica, y aun así no saber hacia dónde ir, qué querer de la vida, a qué dedicarse, en qué trabajar, para ser más precisos. Y en ese no saber, de pronto, se alarga la juventud o la adolescencia. O, dicho en los términos adecuados, entramos en la odisea (cf. William Galston). Y en esa odisea, se prolonga la forma de ensayo y error. Un ensayo y error que suele ser corto y visceral.

Erramos, todos erramos, diferimos con la manera de hacer de los otros, pero, de un momento a otro, en vez de aceptar las diferencias, tratar de ajustarse a la norma, decidimos mejor dejar ese camino, o ampliarlo, o sacarle brechitas. Esto no es para mí; debe haber algo mejor, debe haber algo que se ajuste exactamente a mí, algo en donde yo sea necesario, algo que nadie pueda hacer mejor que yo, algo que me satisfaga a mí y a los demás. Y en ese buscar nuestro lugar en el mundo, inspeccionamos múltiples áreas -geográficas, laborales, académicas, emocionales.

No es que no creamos en los trabajos de por vida. No es que nos hayamos dado por vencidos con las parejas de por vida. No es que nos neguemos a la estabilidad económica. Quizás es sólo esa búsqueda de lo adecuado, ese deseo del ajuste, de la comodidad de encajar. Quizás es ambicioso. O simplemente ingenuo.

Quizás, tarde o temprano, vamos a tener que conformarnos con cumplir las normas y hacer como deben hacerse las cosas. Hay que establecerse, para casarse y tener hijos. Si ya te empezaste tu carrera académica, pues acabas el doctorado y ves cómo le haces para dar clases y entrar en un instituto. No te das de baja y juegas a la editora de libros. No te das un break y pones un café gay. No andas cambiando de carrera así como así, sólo porque puedes. No andas decidiendo, después de terminar tu formación de química, que quieres ser embajadora de Afganistán. No le entras a la artisteada y al performance antes de licenciarte. No es la onda ponerte a vender casas entre la licenciatura y la maestría. No te metes de activista con La Otra Campaña y le das largas a la tesis. Qué es eso de "es que yo siempre he querido ser cantante" y a la chingada con todo. A quién se le ocurre, después de los teoremas equicordales, querer entrarle fuerte al mundo empresarial. Si eres un doctorando, no juegas a la banda de rock con tus cuates. ¿Qué pues con los traductores-cantantes-bibliotecólogos? ¿Nunca escucharon ese famoso dicho de "el que mucho abarca, poco aprieta"? No se vale, pues, que si eres pianista, le entres a la historia del arte así nomás, y luego más bien te dediques a la cocinada.

¿O sí? Para mí que, aprovechando que la medicina ha decidio mantenernos la vida hasta el infinito, podemos darnos el lujo de vivir nuestra odisea unos añitos más.

Comments

Anonymous said…
perfectamente representada la odisea generacional :)

Yo no sabía, pero ser joven es un invento que tiene causas históricamente determinadas. No somos jóvenes y ya...nos han dicho que podemos y debemos serlo.
Aquí te dejo este vídeo, es buenísimo, una obra de arte porque nos habla desde la buena onda del presente que se nos va:
http://www.youtube.com/watch?v=7HGW9hNlwhs

[la palabra clave es "wallypom", suena a personaje de caricatura para bebés :)]
gin said…
Ja. Me merezco una estrellita?

Pues, yo me he dado a la tarea de pensar que esta idea de que no llegamos a la adultez porque no logramos estabilizarnos es lo más falso que nos han hecho creer. Ser adulto no significa casarse y tener hijos. No significa ni remotamente tener un trabajo de por vida.

Yo creo sinceramente que estamos reconfigurando la adultez. Todavía no me queda muy claro hacia donde está yendo esta construcción; pero de que vamos, vamos.

Ora veo el video porque estoy en la office...

Popular Posts