scribo, ergo sum

¿Tenemos musas?

¿Escribimos para alguien?

¿Por alguien?

¿Desde?

¿Algo?

Para mí, escribir es una vaina tan íntima (y no me refiero a íntimo como 'secreto', porque Dios y el mundo saben que yo le escribo al público), que, aunque a veces incluso me atreva a declarar que no me importa hablar en el idioma x o y, definitivamente no puedo decir lo mismo de este acto.

Y no es un decir todas las veces que les he escrito que para mí es más fácil escribir que hablar. Y no sólo porque, en ocasiones, el papel me sirve como un colchón, sino porque es cierto que no hay manera de que mi expresión oral le llegue ni mínimamente a lo que hablo cuando escribo.

Nunca se me va a olvidar que me tardé 3 años en decir algo. Yo no creo que para mí nunca haya sido natural traspasar mis pensamientos por el tracto bucal. Y me pueden decir misa.

Díganme misa.

Yo no sé por qué me quitaron a mí ese superpoder cuando los estaban repartiendo, pero si yo tengo algo que decir necesito otra cosa.

Yo creo que a mí me dieron voz para otras funciones.

Para cantar,
para dar carcajadas en público,
para emocionarme,
para compartirte que me estoy viniendo
y así.

Comments

Anonymous said…
Que hermoso don.

Popular Posts