escondida

Estos días me he escondido un poquitín.

Cuando pasan cosas o hago cosas o me pasa que hago cosas que no me entiendo muy bien, me escondo un poquito.

Me pongo offline en el messenger, en el skype y sólo contesto los correos que me llegan, pero sin especificar mucho qué hago, por qué lo hago, en dónde lo hago, como siempre hago o trato de hacer –digo, que suelo ser bastante comunicativa con mis propósitos y sentires... pero no por ahora.

Ahora he decidido callar al definidor que llevo dentro. Y también como –no sé por qué, debe ser como la pregunta de ¿por qué todos mis amigos son tan borrachos?– mis amistades tienen la mala costumbre de arrinconarme hasta que sale la puritita verdad y la vana responsabilidad y el mero neto espíritu de las acciones... pos me escondo.

Pero pues es que estoy enfermita. Llevo siendo responsable incansable por ya casi dos años. Estoy en tregua. Y además todo lo hago por puro amor. No. No lo hago por amor. El amor ya no existe. Y si existe ya no sé bien dónde está. Y lo digo sin ánimo de emberrinchada. En serio me lo cuestiono.

Como... yo siempre de los siempres que he sido una ferviente seguidora de la fiebre. En serio, si no siento ese tironcito de –ya saben, esa cosquillita que te hace pensar, verga, ya fue–, pues ya fue. ¿Qué será? Como hace unos días un barboncito de ojos medio amielados y sonrisa de payaso me hizo un chiste, y yo sentí un cosquilleo que me comenzaba en el esófago y pudo haber terminado donde él quisiera. Pero no sé si le vi los ojos amielados antes o después de hacerme el chiste, y yo creo que fue después. Claro que, ahora que lo pienso, yo creo que esa cosquillita en el esófago era la bronquitis que me estaba empezando, y no amor.

Y el hecho triste o no es que así te la puedes llevar con todo. Como cuando me pregunto por qué estoy enrelacionada con Muu No Hakugei, y me contesto que además de cierta compatibilidad base, me da estabilidad emocional y la esperanza de una familia. Ora sí que Muu me ofrece un tierno hogar, como Porfirio a María Lucrecia. Yo quiero un tierno hogar, así que por qué no aceptárselo, ¿cierto? Pero luego Elke saltó y me dijo, con voz de tabacómana que es: but you can't be with someone just because you want to have a kid¡ I'm also 29, I want to have children also. You still have time to find somebody that you love... De pronto me vi desde sus ojos, y me asusté un poco de mí misma. ¿A poco eso es lo que estoy haciendo? No voy a negar que eso es un poco reducirlo a lo drástico, pero tampoco voy a negar que me dejó pensando.

Lo peor de todo es que sigo escuchando tanto esta malsonada canción del amor se acaba se acabó se acabará. Y que los juntados realmente no son felices felices, siempre hay uno que quiere más al otro, siempre hay uno que es infiel, o nomás fingen. Me dice una de mis hosts –que todas han sido maravillosas de una u otra manera, pero, Nina, Nina es una desilusionada del amor–: and, anyway, this is just my opinion, but when I'm happier is when I'm over someone and I'm about to start something else, because that's when you feel independent and powerful (y no, no son palabras textuales), and this is how life is. Ella habla pausada y tranquila, como si viera una avalancha a kilómetros de distancia y supiera que la destrucción de las aldeas aledañas es irremediable. Otra vez me quedé pensando. Le dije, ¿sabes?, yo creo que el mundo se divide en aquellos que creen que el amor se acaba, y los que creen que el amor es para siempre, y es una cuestión de fé, quiero decir que es como creer en dios, y ¿sabes? yo creo en dios. Yo hablo como si tuviera la avioneta lista para salvar a todos los aldeanos y como si en ello me fuera la vida.


Eso le dije para quedarme tranquila, por el momento. Pero la verdad es que no podemos negar que es mucho mucho más cómodo sentarse en lo perecedero –y comérselo mientras se pueda y sólo mientras se pueda– y no tener la esperanza de que el yogur que en la tapita dice, ¡peligro, es caduco!, es todavía comestible después de la fecha indicada.

Total que...
Total que no sabría decirte si lo que me tiene aquí es amor, tampoco. Por el momento estoy bronquiteada, y eso no sé por qué pero te da licencia para no pensar. Y no sé si es la enfermedad o las tres semanas fuera de la jungla tokyota, pero de pronto he caído en un –no voy a decir valle, la tranquilidad no es como un valle– agua termal de tranquilidad.

Comments

Popular Posts