up-lifting

Cosas que contar.

Me estoy dando cuenta de unas cosas medio fuertes que muero por decirle a Siglinde o a alguien cercano que se deje, por ahí. Y tiene que ver con la tristeza que purgué en la limpia antes de la última ayahuasca.

Como si con eso me diera cuenta de que estoy acostumbrada a cargar con la tristeza tanto que ni me doy cuenta. Y no solo con la mía, sino con la de los demás. Y como que con eso un poco me rebelé contra la tristeza y el sufrimiento. Y ahora… ahora me estoy dando cuenta de cuántas de mis relaciones no se ligaban por ahí, por compartir las tristezas. Y ahora… Y ahora que quiero relacionarme de otra manera conmigo y con el mundo, es como un terreno nuevo para mí. Claro que no es completamente nuevo. No es que haya vivido en la tragedia hasta ahora. Pero incluso ahora siento que mis felicidades antes siempre tenían ese elemento de melancolía que yacía, tal vez ligeramente, pero igual, ahí. Y ahora que estoy en rebelión… claro, como toda rebelión es radical y rebelde, pues. Pero esta rebelión me está trayendo a terrenos desconocidos. ¿Y que cuáles son? Bueno, pues, supongo que la búsqueda de la diversión por la diversión. Y entonces te preguntas qué te gusta hacer. Otra vez, de vuelta a los básicos. Y así, le damos entrada a la alegría. Le hacemos espacio a otra cosa. 

Algo más ligero.

Animado.

Con aliento.