de derivas y de intuiciones

Debo confesar que me encuentro en una de esas rachas de sentido. Ya saben. Cuando todos tus pasos se intercomunican entre ellos, cuando de verdad parece que se hablan entre sí, que todo el tiempo se hubieran hablado entre sí, sólo que no te habías dado cuenta. Esos momentos que te hacen creer en el destino, ese destino que explica todo lo anterior. Esa sensación que sólo se dispara ante los grandes encuentros.

Tengo esta loca idea de que lo único que realmente contrarresta la sensación creencia racionalización conclusión del sinsentido son los grandes encuentros, las grandes relaciones, las conexiones.

Debo confesar que llevaba meses y meses preguntándome sobre el sinsentido y realmente no le veía salida. Incluso no estoy segura de haberla encontrado. Creo, sin embargo, que parte de la respuesta está en lo que con palabras trato de dibujar en este post. Desde donde estoy, me explico que sufrí los oscuros laberintos de un mal argumento sobre lo absoluto.



Es duro -yo pienso- para los que estamos en búsqueda de LAS verdades darnos cuenta de que no existe tal cosa como verdad absoluta. Porque, entonces, ¿cómo se supone que debamos o queramos manejarnos en este mundo tan extraño, en estas sociedades tan sofisticadas, en esta humanidad tan compleja?

Si en verdad no existe la verdad, ¿qué hacen todas estas personas haciendo lo que hacen o -peor aun- haciendo lo que les dicen que hagan?

Si en verdad no existe la verdad, ¿qué estamos haciendo, nosotros mismos, haciendo lo que hacemos y -por supuesto, también- haciendo lo que nos dicen que hagamos?

¿Cuál es el punto de todo esto?

Ilusión-Desilusión-Ilusión-Desilusión
Frustración-Omnipotencia-Frustración-Omnipotencia
Sentido-Sinsentido-Sentido-Sinsentido
Felicidad-Tristeza-Felicidad-Tristeza

Verdad-Farsa

Y así hasta que un día se te apaga el sonido, se te apaga la visión, se te apagan las sensaciones, los sensores, se te apaga el carrete de imágenes y palabras y emociones y alucinaciones.

¿Tiene sentido o no?

¿Hay algún punto en todo esto?

¿No es mejor renunciar? ¿Hay que vivir? ¿O hay que morir?

Me niego a seguirme chutando la historia de lo mismo. Me niego a relacionarme con lo dispuesto. Me niego a seguirme despertando todas las mañanas a observar a los humanos. Me niego a seguir viviendo lo mismo una y otra vez hasta la muerte. ¿Qué más me falta por experimentar? ¿Cuál es el punto? En serio. ¡En serio! ¿Ser feliz? ¿Con respecto a qué? ¿Según quién? ¿Según la biología? ¿Según la mayoría cultural? ¿Según las estadísticas? ¡En serio! ¿Cuál es el sentido? ¿Cuál es la verdad? De verdad. Date cuenta. Estamos atrapados todos en una farsa ridícula y bailamos al ritmo de... al ritmo que el capitalismo nos toca, que es lo peor.

¿Qué hace la humanidad en la Tierra?

¿Qué hace la Tierra en el Universo?

¿Qué hace el Universo en el Universo?

¿Dónde está Dios?

¿Por qué nos creó?




Al final, creo que lo más duro -de verdad, lo más duro- no es nada más darnos cuenta de que no hay verdades absolutas.

Porque incluso el Sinsentido (Nihilismo, Existencialismo, como le quieras llamar) como LA respuesta REAL sobre lo que nos sucede es relativo.

Lo más duro -de verdad, lo más duro- es darnos cuenta de que no sabemos y seguramente (pero quién sabe) no sabremos nunca si existen.



Es que te deja a la deriva.

     Te deja

                               a la deriva.

          A

                          la

                                           deriva.




Pero, dentro de todo eso, ¿sabes?, están los grandes encuentros. Con las personas. Con los quehaceres de las personas. Con las creaciones de las personas. Con sus ojos. Con sus manos. Con sus palabras. Con sus visiones sobre la Tierra. Con la Tierra misma.

Dentro de toda esa deriva de hecho existen las relaciones, las conexiones... todo es una interacción perpetua.

Y dentro de esa maraña de interacción de hecho existe el bienestar, de hecho existe el malestar. El estómago sabe. El cuerpo sabe cosas.

El bien y el mal, en realidad, no son tan relativos como podríamos llegar a creer. Hay tendencias. Hay una tendencia a la vida que sobrepasa por mucho la tendencia a la muerte.



Eros sobre Thanatos.


Eso te lo dice la intuición.

Esa intuición que me hiciste recordar un día que existía.

Comments

Chacha said…
Es como el existir sin existir, o sin un "algo" o "alguien" que justifique la existencia. Aunque, creo, que por el tono de tus palabras, esto tiene un sentido más personal. Aún así me hiciste reflexionar acerca de estos vaivénes que engloban el sarcástico albur del vivir.

Saludos y un abrazo.
gin said…
Creo que mi punto es que no existe nada que justifique la existencia. Mi otro punto es que, sin embargo, se mueve. Y es ese moverse-sin-embargo lo que me atrapa, por el momento. Saludos.
Anonymous said…
Acabo de ver una película, cuya tema es el duelo tras la separación amorosa y uno de sus diálogos es el que sigue:
"de repente la muerte pasó a atraerme sin ningún glamour, sin ningún encanto, apenas con la seca promesa de ser mejor que el resto".

Me encantó la frase...pero ya avanzada la película, con el paso del tiempo y la llegada de nuevas interacciones humanas acaba diciendo:

"Oh Señor, es inexplicable, no puedo vivir sin mi vida :D, no puedo vivir sin mi alma".

Así que en esas estamos, en el movimiento del sin embargo.

Saludos Gin
gin said…
El movimiento del sin embargo :)
Es como una inercia autónoma. Así de inexplicable. Así de poderosa.
Anonymous said…
hola de nuevo, espero algo fresco o recalentado o de plano refrito, sólo sigue escribiendo, me gusta.

" no sabemos y seguramente (pero quién sabe) no sabremos nunca" :)

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