Hace mucho que las cosas no me causaban tanto displacer. O indiferencia, que es peor.
No me emociono. Todo tiene alguna agravante que lo descalifica. Como si mis ojos llenaran todo de apatía. Dramático, pues.

Y lo más desesperante es que no logro entender cuál es el origen de tanta frustración. De este advertir neurótico de la insuficiencia.

Comments

Anonymous said…
Hola Gin.

Ví desde hace unos días ésto que escribes y no me gusta nada para ti. ¿Cómo andas ahora? Anduve esperando si publicabas algo en donde notificaras un mejor estado de ánimo, pero no.

¿Sigues muy por el estilo?

Hay que tocar fondo e impulsarse en él para tomar el sentido inverso.

Toda experiencia es única, no se experimenta en cabeza ajena y tal, tal, tal, pero lo que si quiero que pienses es que todo lo vivido te sirve y es abono para lo que sigue en tu vida.

Escribe algo ¿sale?

La actitud que tengas en todo momento ante la vida y ante los demás es lo que le dará color y calidez a lo que tú observes.

No te conozco, pero quise escribirte un poco con el ánimo de que te sueltes y lo tomes con gusto.
Anonymous said…
Gin:

Sonríe, pasea y goza.

En tí está.
gin said…
Hey.

Pues, ora sí que ventilando la casa, he de decirte que comencé a ir a terapia hace unas semanas. Está interesante porque es psicoanálisis + terapia psicocorporal. Como que me ayuda a conectar la razón con el cuerpo, o algo así, y me cura. Me siento más tranquila. Resulta que estoy viviendo una especie de emotional exhaustion que se origina desde la meritita infancia. Y mi tarea, por el momento, es dejarme expresar mi vulnerabilidad.

Gracias por escribir.

No sé qué se venga, por acá. Temo que mis letras pierdan su empuje, y es por eso que no he escrito nada. Pero ahi voy. Empiezo a estar contenta.

Gracias por tu preocupación.

Abrazo.
Anonymous said…
Qué bonito que me compartas eso.

Estaré al pendiente..., gracias y qué bien. Te espero.

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