de perspectiva sobre perspectiva

Este es un comentario a "todos los días". Me ha llegado a mi mail directamente, porque Blogger, por alguna razón que no comprendo pero que me entristece profundamente, no me hace llegar en su totalidad las ya de por sí escasas intervenciones de este blog. De cualquier manera, lo he leido, y me ha parecido de una sensibilidad exquisita. Es como un teléfono descompuesto hermenéutico. Alguien escucha algo y repite lo que entendió.
Hasta que la autora decida tener su propio blog, voy a guardar este texto en este espacio. Mi querida -muy querida- Irasema, agradezco que hayas convertido mi tan insípida hoja de diario en un texto decente.



Comienzo el día leyendo que alguien del otro lado del mundo comienza el día en otra forma en la que lo hace en este lado del mundo. Me adentro en ese mundo. Estoy nadando en el ácido clorhídrico de un estómago que parece latir. Después me he transformado en las lágrimas de unas zapatillas que han viajado con la promesa de andar en los lugares más exóticos del planeta. No sólo no han cumplido su proyecto, sino que fueron reemplazadas por unos zapatos negros de piso cualesquiera. Súbitamente soy un pan al que la prisa matutina ha salvado de la muerte por masticadura. No lo entiendo, me he convertido en los lacios cabellos de un joven. Ni un sólo puente disulfuro en mí. Estoy extendido sobre una cabeza adolescente y adolecente. No tengo voluntad. Si la cabeza gira a la derecha, lo laxo de mi estructura corpórea impide no girar. Ahora soy un tren, que en sus entrañas lleva la más variada expresión del ensimismamiento. Estoy viejo, enfermo y cansado de la monotonía de estos entes insípidos que sólo piensan en sí mismos. La excepción de la regla: esa extraña de heterogénea composición genética que observa sin piedad. De repente, la extraña quiere participar en el ensimismamiento colectivo y se coloca los audífonos. Me abstraigo en las ideas de la extraña. No distingo en el tiempo. Se atraviesan ideas que pertenecen al pasado y se entrecruzan con el futuro. Ella crea más extraños derivados genéticamente de si. Vuelve al presente y regresa al pasado. No puedo creerlo, la confusión de seguir sus pensamientos me ha retrasado diez minutos. Ahora soy la vibración emitida por un aparato fonador humano que viaja en dos dimensiones y me expreso en función de la posición y del tiempo, es decir, soy la onda emitida por una voz. La multitud me decodifica: disculpe las molestias que esto le ocasiona.

Comments

Anonymous said…
bonito feedback del tren...he leído el post del cual habla este lector y si, le quedó rebien :D
gin said…
Le voy a decir. Se va a poner contenta :)

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